ABUELA
Sola en su aposento estaba
Y con la voz del corazón gritó
Ven mijito aquí a mi cama
Te contaré mi amor un grande secreto.
Ella alza sus ojos hacia mí, conmovida
Y temblando en su cama confesó
Que yo era el nieto que más quería
Y con una lágrima en sus ojos murió.
No, mi abuela no, respondí yo
Y en sus manos ya quebradas
Una caricia para mi dejo.
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