viernes, 21 de noviembre de 2008

ABUELA

Sola en su aposento estaba

Y con la voz del corazón gritó

Ven mijito aquí a mi cama

Te contaré mi amor un grande secreto.

Ella alza sus ojos hacia mí, conmovida

Y temblando en su cama confesó

Que yo era el nieto que más quería

Y con una lágrima en sus ojos murió.

No, mi abuela no, respondí yo

Y en sus manos ya quebradas

Una caricia para mi dejo.

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